domingo, 13 de enero de 2008

Esta vez... sin despedidas


Mejor sin cálculos ni diágnosticos errantes, sin la poesía acostumbrada de archivar en mis pupilas tu espalda cuando se va, no voy a escribirle a tu ausencia, espero no maltratar mi impaciencia con excesos de humo...
Mejor hagamos de esto algo simple, yo sugiero despertar y pensar en el otro, pensar hasta que venga la calma, sin grandes pretenciones de imaginar el reencuentro, olvidarse de la distancia, estar cercanos, próximos, pares o impares, como siempre...
No voy a proponer el desarraigo insólito, el desmedido e indiferente desapego, porque me es imposible.
Y cuándo duela, porque a veces duele el amor sin cuerpo, quiero que inventes planes, juegos y pasatiempos, palabras, besos, mimos y amontones todo en algún rinconcito del corazón, después veo si pago tu creatividad al contado con mis inventos, o en cuotas (¿no es tan importante, no?).
Mejor que sea en silencio, sin tanto ruido...